miércoles, 9 de enero de 2008

SIESTAS PARAGUAYAS CON SUEÑOS CHINOS

S/T, 60 x 100cm, técnica mixta, 2007 Dany Barreto


S/T, 90 x 120cm, técnica mixta, 2007 Dany Barreto

S/T, 90 x 120cm, técnica mixta, 2007 Dany Barreto


Siestas paraguayas con sueños chinos

Con el verano llegan las siestas, abajo de un árbol, en slip, no más.
Antes, leer "Nieve" de Orhan Pamuk, "Elegía" de Philip Roth o "El libro de la almohada" de Sei Shonagon, simplemente por el gusto de leer antes de dormir, y porque son los tres primeros libros que leí este verano.
La siesta para mi es un estado similar a un trance, incorporación o alucinación. Lo que en ella me pasa es diferente.
El calor, los pájaros, las flores, los perros, el agua, las chicharras y las plantas se combinan para provocar en esas siestas, sueños chinos, con D. Hockney de por medio, como casi siempre.


Siesta

Tendido a la sombra de
un árbol, yo soy un niño
dormido en medio del campo.
La tierra parece que
tiene suavidad de falda.
El cielo puro de agua
da con su vaga corriente
unas espumas de nubes
y sobre el cielo, el follaje
un translúcido bordado
hace y deshace, indeciso,
reduciendo el lujo etéreo
a un temblor de monedas
que me enriquecen la sombra.

El viento entra en el sueño
como una música que
trae el anhelo del campo,
ya extático o vagabundo,
soñando con sus secretos,
o tendido al horizonte.
El viento dice el ensueño
de esta paz verde y fluida
bajo su respiración.
Tendido a la sombra de
un árbol, yo soy un niño
dormido en medio del campo.


Juan L. Ortiz
de "EL agua y la noche" (1924-1932)



Pintando siestas paraguayas...Foto de Stef Dupleich, diciembre de 2007.

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